En este bello espacio destaca la Fuente de Las cadenas, de estilo renacentista, datada en el año 1605. Es uno e los rincones más característicos de la Plaza de Santa María,  conocida popularmente como «Plaza Vieja». Erigida en memoria del Rey Felipe II, según la inscripción «DEO OPTM MAX F – REGE PHILIPO HISPANIARUM CATHOLYCO – CAROLI IMP AUGVSTI FILIO», que indica que había fallecido  pocos años antes.

A ambos lados se sitúa el escudo de la ciudad. Es la típica fuente pilar-abrevadero con dos cuerpos. Su base está decorada con una cadena labrada que le da nombre.

Junto a esta fuente destacan las Ruinas de la Iglesia de Santa María. Fue el monumento mas importante del Adelantamiento. De taza renacentista (siglo XVI), está edificada sobre el río Cerezuelo. Los muros de esta antigua arquitectura están cortados sobre la roca del propio cerro, sore los que se levantarán los parlamentos. Presenta planta rectangular de una sola nave y cabecera plana cubierta con bóveda de medio cañon con casetones. A los pies se levantan dos torres, quedando solo restos conservados de una. Esta torre contiene en suinterior un amplio espacio rectangular con un pequeño altar emportrado en el muro y pila para el agua bendita.

Esta coonada con una boveda semiesferica de bella factura, pero de toba, material poblre. La fecoraciónes forman guirnaldas y se conservan cuatro pequeñas esculturas fantasticas en las esquinas de los arranques de las pechinas que sostienen la bóveda. En el intradós del arco de acceso a esta capilla, contemplamos un bajo relieve representando el bautismo de Cristo.

A esta capilla se le conoce como el baptisterio o de los Camarasa, familia noble a la que probablemente perteneció. Al lado de esta torre y adosada a esa se ubica la escalera de caracol de acceso, de diseño helicoidal. Actualmente en el interior del templo solo se conservan los arranques de los enormes pilares y algunos paramentos desnudos. Mejor conservados quedan los espacios del altar, especialmente los hermosos capiteles antropomorfos, la sacristía bastante re modelada y una escalera de caracol de soporte central que sube hasta las bóvedas. En una de estas estancias, quedan restos de pinturas.

La portada conserva uno de sus lados una ventana avenerada decorada con bucráneos y dos figuras femeninas sobre un frontón partido que representan las alegorías de la Fortaleza y la Justicia. En una cartela se puede leer «SLON BARBA», y podemos interpretar con toda probabilidad el nombre de Alonso Barba, que fue un gran colaborador y alumno aventajado del arquitecto Andres de Vandelvira. Esto nos lleva a pensar en la probable intervención del gran arquitecto del renacimiento en este templo, aunque quizás la ejecución sea del propio Barba. En el lateral, haciendo esquina con lo que fue la portada principal, también podemos ver hermosos mascarones y elementos vegetales.

Se conserva también parte de la fachada oeste del templo, la del lado de la epístola. Presenta arco de medio punto sobre pilastras con pódium y decoración de dos figuras femeninas en las enjutas. En la clave del arco de medio punto un querubín sostiene una cartelera con la fecha de 1589.

En 1694, una fuerte tormenta descargó sobre Cazorla y, en poco mas de una hora, la dejo asolada. El aluvión arrastro enormes peñascos hasta el río, obstruyendo la entrada de la bóveda sobre la que se asiente la iglesia y la plaza. Las aguas hicieron presa y, reventando los muros de la sacristía, inundaron el templo causando graves daños. Asimismo, durante la Guerra de la Independencia, la ciudad de Cazorla sufrió hasta cinco voraces incendios que redujeron a cenizas los cinco conventos, el Santo Hospital, la mayoría de las ermitas y la parroquia de Santa María, causando su definitiva fuina.