La Plaza de Toros monumental de Cazorla fue uno de los edificios más singulares y representativos del urbanismo del s. XX. La importancia de Cazorla como ciudad y núcleo jurisdiccional a nivel comarcal en este periodo iba en ascenso, sumado a las nuevas políticas urbanísticas que propiciaba el gobierno dictatorial de Miguel Primo de Rivera, como las obras de carácter monumental, sumado al altruismo local y al apoyo financiero de Gabriel García, los cuales fueron condicionantes suficientes para la construcción de la plaza de toros.
En 1928 se terminó la construcción de la Plaza de Toros monumental, a la par que se comenzaba a proyectar el futuro barrio de “Los Belenes”, trasladando las corridas taurinas que se celebraban tradicionalmente en la Plaza de Santa María a este recinto. En la actualidad, además de para la tauromaquia y actividades culturales, la Plaza de Toros se ha convertido en el escenario central del festival BluesCazorla, de reconocimiento internacional.
Texto de Javier Sevilla Martínez