El aprendizaje del pastoreo y la agricultura por el ser humano, conllevó, en las diferentes sociedades del mundo, el paso del Paleolítico al Neolítico. El pastoreo en Cazorla, en este caso, va asociado prácticamente desde los primeros momentos de su creación y evolución, debido al aprovechamiento de pastos y la superficie forestal cercana. Además, un animal doméstico, aportaba alimento, en algunos casos durante todo el año, en aquellas situaciones en que las familias pudiesen permitírselo.

Aunque hoy en día se haya perdido gran parte de su cantidad y prestigio, debido a la evolución de Cazorla hacia el sector terciario, el pastoreo fue una actividad común para los cazorleños y serranos hasta bien entrados los años 60-70 del siglo XX. Todavía en la actualidad, existe éste pastoreo y trashumancia en nuestras sierras, además de una gran cantidad de nuestros mayores que trabajaron en su juventud en el pastoreo, o actividades relacionadas con él.

Por ello, la trashumancia o pastoreo en continuo movimiento fue igualmente importante, teniendo la campiña cazorleña, a la altura de las denominadas “Casas de Estepa” una de las vías pecuarias que enlazan con la Cañada Real.

Texto de Javier Sevilla Martínez