Las reformas que Enrique Mackay realizó en el ordenamiento de la Sierra de Cazorla fueron muy importantes para su perduración y la visión que tenemos hoy de ella. En 1942, a consecuencia de la dificultad de obtener madera de fuera del país por el aislamiento internacional, la recién creada RENFE fundó “Explotaciones Forestales”, para el trabajo de la masa forestal destinada a las nuevas vías ferroviarias. Durante toda la década de los 40 y los 50, las Sierras de Cazorla y Segura se convirtieron en el principal productor de madera para vías ferroviarias en España.
En los años 50 se instaló una moderna serrería eléctrica en Vadillo-Castril, creándose para su funcionamiento la central hidroeléctrica en la Cerrada del Utrero. Con este paso, se acabaría centralizando las labores de transformación de la madera en este pequeño núcleo forestal. La madera producida era enviada en muchos casos, vía transporte terrestre o fluvial, hasta el aserradero de la estación Linares-Baeza.
El cese de la actividad Explotaciones Forestales se produjo poco después de la creación del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas en 1986. Muchas de las vías de saca que Explotaciones Forestales aprovechaba, hoy sirven como caminos y sendas forestales. Otro legado que dejó, fue la creación en Vadillo-Castril de la Escuela de Capataces, hoy Centro de Capacitación y Experimentación Forestal.
Texto de Javier Sevilla Martínez